27/11/2018

Huerta Grande, Córdoba

3° Encuentro de Mujeres Sindicalistas

Se celebró en Huerta Grande, Córdoba, el Tercer Encuentro de Mujeres Sindicalistas del mismo participaron más de 800 Mujeres Sindicalistas de todas las provincias del país.

Y ahora que sí nos ven 

Desde muy temprano coloridas y diversas delegaciones de todo el país formaban bulliciosas filas para ingresar al Tercer Encuentro de Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal de Trabajadores de la CGT. Fue el sábado 24 de noviembre, en el hotel “los Diques” de la Unión Obrera Molinera (OUMA) en Huerta Grande, Córdoba. 

El lugar del encuentro no fue casual. Huerta Grande fue cuna de uno de los programas históricos del movimiento obrero argentino y por primera vez sede de un encuentro de mujeres sindicalistas 56 años después. Así, este lugar emblemático y bello albergó a más de 800 trabajadoras y dirigentes sindicales representantes de 100 organizaciones sindicales y de las 24 provincias del país para intercambiar durante todo un día experiencias y desafíos bajo el lema “Trabajadoras en Unidad frente al Ajuste y el FMI”. 

La apertura del evento se realizó en una gran carpa en medio del parque del hotel. Allí las encuentreras  esperaron a las expositoras con toda la mística. “Ole ole ole ola para Milagro la libertad, para Morales el repudio popular” se cantaba mientras se daba la bienvenida al Tercer Encuentro nacional, popular, democrático y feminista de Mujeres Sindicalistas. El encuentro más federal de todo el movimiento obrero. Por eso la federalización de las experiencias de las mujeres sindicalistas fue el tema elegido para arrancar. Allí se pudieron escuchar las voces de Ana Cubilla (Secretaria General del Sindicato Único de Obreros Rurales de Misiones), María Lazzaro (Secretaria General de SADOP), Marieta Urueña Russo (SITRAJU Tucumán) y María del Carmen Bertino (Secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de La Bancaria, Córdoba). 

Cuando una mujer avanza ningún hombre retrocede, crece la organización 

Cuatro comisiones fueron las que se poblaron de todas las militantes asistentes. La de Participación estuvo enfocada de manera integradora, tanto en el ámbito laboral, sindical como en el político, resaltando la necesidad de avanzar en el acceso y en los ámbitos de decisión y el compromiso. La comisión de Violencias abordó tanto un diagnóstico como propuestas en relación a las violencias de género, laboral, institucional y política, en tanto que la comisión de Igualdad intercambió sobre la brecha salarial, el techo de cristal, la segregación ocupacional horizontal y vertical y la feminización de la pobreza que aumenta con el modelo neoliberal actual. Fundamental fue también la comisión de Estrategias donde se debatió sobre las resistencias que estamos protagonizando frente a este modelo económico, la solidaridad en las luchas y el movimiento de mujeres y disidencias a la ofensiva. 

La palabra circuló en forma ininterrumpida, recogiendo unas y otras frases y experiencias que permitieron avanzar en un cuadro más integral de los desafíos y en un presente de lucha en el que ser trabajadoras supone en primer lugar identificarnos como tales con quienes han sido despedidas, con las travestis y trans, con las mujeres de la economía popular y cooperativistas. Se destacó la importancia del frente de unidad logrado con mujeres de todas las centrales para denunciar la reforma laboral encubierta en el Proyecto de ley de “Igualdad de género” oficialista y en resaltar el propio Proyecto presentado para terminar con la brecha salarial que recogió un amplio apoyo opositor. Mientras tanto la Comisión glitter ponía en los rostros la impronta tan característica de la nueva ola feminista y el espacio dedicado a la recreación de la niñez hacia que las tareas de cuidados se asuma de manera más justa y colectiva. 

 

 


La marea sindical es presente y futuro 

Como expresión de una época de avance neoliberal pero también de auge del movimiento feminista en lo que se ha dado en llamar cuarta ola, las Mujeres Sindicalistas lo han logrado otra vez. Ese diálogo entre feminismo y sindicalismo que arrancara más nítidamente con el reclamo del Ni Una Menos, pero sobre todo con los paros internacionales de mujeres, se ha consolidado en una identidad que asume al sindicalismo de liberación y al feminismo como banderas. 

El cierre del Encuentro tuvo esa magia, restituyendo la voz de las mujeres del Cordobazo con la presencia de Nené Peña, militante histórica de La Bancaria Córdoba, así como de Malvina Tosco, del sindicato de municipales de Córdoba e hija del histórico dirigente Agustín Tosco. Porque como señaló Vanesa Siley, diputada nacional y Secretaría General de la Federación de Trabajadores Judiciales y referente de la Corriente Federal de la CGT: “Sobre la historia de las que lucharon, nos paramos nosotras. Pero también tenemos una identidad que no pensamos claudicar, que es la de un sindicalismo de liberación, que piensa en un proyecto de país. No hay posibilidad de que se realice una mujer trabajadora en un país que va para atrás y que destruye el trabajo”. El valor emblemático de Huerta Grande fue rescatado como legado también por Claudia Ormaechea, Secretaria Nacional de Derechos Humanos, Género e Igualdad de La Bancaria: “A estos tiempos difíciles tenemos una sola manera de contestarle, en la calle, unidas, en sororidad y en solidaridad sobre todo con las compañeras que la están pasando muy mal. Tenemos por delante un futuro más digno, una sociedad más justa y equitativa” y enfatizó sobre el punto uno del programa de Huerta Grande que hablaba de la banca pública y del patrimonio que eso significa para una nación: “Hoy la banca pública está en peligro, están vaciando el banco Nación y el Provincia. Quieren destruir la banca pública que significa la libertad de decisión de nuestros gobiernos”. 

En breve la magnética carpa se llenaría de serpentinas de colores y de cumbias para decirse hasta luego y seguir construyendo lucha y organización en todos los rincones del país. Así lo reflejó Vanesa Siley, con un “Gracias por existir, compañeras”. Y resumió las tareas que planteadas hacia adelante, “Volvamos a nuestras provincias. Volvamos a amar, a construir, a romper la brecha, a unificar al movimiento obrero que si no se hace desde arriba, lo hacemos desde abajo. Por todas las mujeres que fueron enormes y el patriarcado las tapó en la historia, por ustedes que son enormes y que no vamos a dejar nunca más que nadie las tape, por ustedes, por nosotras y por las que vendrán, a seguir construyendo el sindicalismo feminista”.   

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