10/03/2020

Paro y movilización feminista

9M: Para que nadie pueda ignorar que nuestro trabajo mueve al mundo

“Trabajadoras somos todas”, “Vivas, libres y desendeudadas nos queremos” y “Será ley”, fueron las consignas replicadas por las centrales obreras.

El cielo se oscurece y empiezan a caer las primeras gotas. La humedad pesa y los cuerpos transpiran las pinturas de guerra que son verde y violeta. En las calles se siente la fuerza de la unión entre mujeres, se comparten los dolores y la bronca por las que ya no están. Pero sobre todo, presiona el deseo por un futuro feminista con igualdad de géneros y justicia social.

Las mujeres trabajadoras, que encabezaron la columna organizada en la marcha por el Día Internacional de la Mujer, llegó al Congreso de la Nación pasadas las cinco de la tarde. “Trabajadoras somos todas”, “Vivas, libres y desendeudadas nos queremos” y “Será ley”, fueron las consignas replicadas por las centrales obreras.

Foto: CFT

“La deuda es por el reconocimiento de nuestro trabajo productor de riqueza: tanto el trabajo remunerado como el no remunerado. La deuda es con el trabajo llamado formal y con el trabajo de las economías populares, invisibilizado ambos mal pagos y precarios”, se leyó en el comunicado colectivo del cuarto Paro Internacional Feminista.

“Es el método que tenemos para, reinventando una herramienta histórica de la clase trabajadora, mostrar nuestra fuerza cuando nos ausentamos de los espacios cotidianos y nos volvemos presentes en las calles para que nuestras voces se escuchen en cada territorio. Somos un movimiento antiimperialista, anticapitalista, antipatriarcal, anticlerical, antirracista”, se gritó desde el escenario y se respondió con bombos, cantos, aplausos y bengalas de humo en toda la Plaza del Congreso y alrededores. Foto: Unión Obrera Ladrillera de la República argentina

Las cartoneras, las costureras, las rurales, las trabajadoras golondrinas, las vendedoras ambulantes, las obreras de la construcción, las compañeras que trabajan en los comedores, merenderos y espacios comunitarios, las trabajadoras domésticas, las monotributistas, sindicalizadas y cuentapropistas, las  trabajadoras  sexuales, las desocupadas y ocupadas, todas se hicieron presentes en otra jornada histórica para hacer escuchar sus reclamos. “Perseguimos estar vivas, libres y sin miedo, pedimos trabajo digno y por ello celebramos la decisión política de ratificar el Convenio 190 de la OIT por el cual se erradica la violencia por cuestiones de género y el acoso en el mundo del trabajo. Es por ello que el feminismo y las mujeres sindicalistas, estamos haciendo historia y es un orgullo ser parte de ella”, dijo María Elisa Ronco, secretaria de género del Sindicato de los Profesionales de las Telecomunicaciones (CePeTel).

Foto: FOETRA

Asimismo, Mailén Blanco, Delegada de Laboratorio Craveri, opinó que “se avanzó mucho en la participación de las compañeras en los ámbitos sindicales, pero la realidad demuestra, que existe dificultad para poder llegar a los espacios de poder. Generalmente la toma de decisiones corre por parte de los varones. Somos principalmente designadas las tareas de cuidado, contención, o netamente administrativas". “La deuda está presente cotidianamente en la vida de las mujeres y las disidencias. Cuando el salario está totalmente devaluado o cuando no hay trabajo, las mujeres a lo largo de toda la historia hemos intentado formas de subsistencia colectiva, ponemos el cuerpo a la carga social", consideró Natalia Fontana, secretaria de género y disidencias de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA).

Foto: APL

"Todos los días, no solo este 8M, las mujeres trabajadoras reclamamos por nuestros derechos y luchamos por una agenda sindical feminista contra la violencia laboral y las brechas salariales, y exigimos sistemas de cuidados y legislación que nos amparen. Por más espacios de conducción gremial y política,  por la paridad de género”, reclamó Patricia Mounier, secretaria de Derechos Humanos del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (SADoP).

Al finalizar la lectura del documento colectivo, se mencionaron más de cien adhesiones de sindicatos, organizaciones sociales, políticas, estudiantiles y feministas y se gritó: “Celebramos que el feminismo es revolución y, con más fuerza que nunca, que hoy volvemos a estar juntas y juntes para que resuene en todo el mundo: La deuda es con nosotras y nosotres, ni con el FMI ni con las iglesias”.

Cafecito