03/11/2018

Bombos y redoblantes de ATE Capital

La percusión más famosa del mundo sindical

Una amena charla de Enfoque Sindical con "las pibas percusionistas" de ATE Capital, las mismas que se las ve de movilización en movilización con los bombos, el zurdo, el repique y redoblante luchando por los derechos de los y las trabajadoras.

Hace ya dos años que en las luchas sindicales que se dan en la calle puede observarse en la columna de ATE Capital una percusión que va creciendo de movilización en movilización, hace ya dos años que se observa a las pibas de ATE Capital avanzando con los bombos, el zurdo, el repique y redoblante luchando por los derechos de las trabajadoras y los trabajadores.

En un diálogo cálido, con manos atentas para cebar el mate y repasar algunas hojas con notas escritas a modo de recordatorio de quien sabe que tiene que contar una experiencia colectiva y no quiere olvidarse los puntos importantes. Entre mate y mate esperando otra compañera de la percusión la charla se va plagando de emociones con Marina Chmielarczyk, que coordina el espacio de la percusión, y Nadia Gómez, integrante desde las primeras formaciones. En una charla con Enfoque Sindical nos cuentan ¿cómo surgió?,  ¿qué es? y ¿qué esperan? de la percusión más famosa del movimiento sindical.

Comentan que los comienzos surgieron posteriores al Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó en Rosario en 2016, la experiencia fue espontánea y algunas compañeras trabajadoras organizadas habían decidido llevar algunos instrumentos que tenían. Después de esa experiencia ya no hubo retorno, un antes y un después para las participantes donde afirman que “haber vivido la experiencia del Encuentro Nacional de Mujeres terminó de concientizarnos sobre cuál es nuestro lugar en el mundo, tener la experiencia concreta de tener una columna, para cantar algunas cuestiones muy propias de nosotras, de nuestras demandas”, generó volver con “el mandato popular y feminista y la decisión de empezar a organizarnos” dice Marina.

Percusionistas de ATE Capital

El proceso de construcción de la percusión fue modificándose a través del tiempo y las experiencias atravesadas, desde un primer espacio de construcción de una herramienta de expresión para dar visibilidad a las demandas particulares como mujeres trabajadoras estatales, sindicalizadas y organizadas. 

Señalan rápidamente  que la percusión “no es un taller de música, la percusión de las trabajadoras de ATE capital es el producto de una definición política que tiene que ver con convocar a las trabajadoras a un espacio de militancia pero sobre todo de transformación personal para la transformación colectiva, en el marco de la transformación de nuestra organización sindical”, sin dudas, durante la hora que compartimos junto a Marina y Nadia queda de manifiesto que la percusión lejos de tratarse de un taller de música es una herramienta de construcción política.

Recuerdan que comenzaron siendo 4 y que actualmente en la última marcha hubo 120 compañeras de las cuales la mitad aproximadamente asumen el compromiso de manera permanente, saben, sin embargo, que el número va en constante crecimiento, luego del Encuentro Nacional de Mujeres de Trelew, se sumaron 5 compañeras más. 

El espacio de la percusión es un espacio abierto y accesible para cualquier trabajadora, Ahí se pueden encontrar pibas desde los 22 a los 58 años, mujeres trabajadoras sindicalizadas de casi 30 sectores de diferentes lugares del Estado. La diversidad como factor ya que hay mujeres con profesiones y entornos diferentes, participan desde afiliadas hasta secretarias generales. Las une la propuesta que propone tocar y entonar las canciones que hablan de “los que nos pasa a nosotras como mujeres y como trabajadoras del estado”.

La mirada de construcción política de la percusión queda nuevamente de manifiesto cuando comentan  más allá de las nociones básicas de percusión “conscientes que estamos en un contexto de represión, tuvimos que aprender cómo manejarnos, teniendo la responsabilidad de encabezar la columna, como es la articulación con las compañeras de organización, con las de otros sindicatos”. Resaltan que estas acciones lejos de desanimar, generan un nuevo espacio de empoderamiento para ellas, ya que genera mucha satisfacción cuando se van corriendo los límites de lo posible, que ninguna individualmente pensó que podía realizar, pero la realización de que es el colectivo que lo hace realidad efectiva.

En esa línea, siempre reconociéndose como parte de un colectivo de mujeres sindicalizadas cuentan que en el último Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans y Travestis en Trelew, estuvieron tocando durante seis horas y media “con esas subidas interminables, donde la fuerza la sacábamos de nuestra columna donde las pibas agitaban” lo mencionan como ese círculo virtuoso que para ellas es el mejor logro, todo el entrenamiento se visibiliza en esos momentos.

Además saben que el grito no es solo de las compañeras que vienen atrás sino que Nadia aclara que es “un grito de lucha que se lo debemos a las pibas que nunca volvieron”, describiendo esa amalgama de ritual que se produce entre las percusionistas, ya que cada una encuentra entre los diferentes ritmos motivos personales y colectivos que las llenan de compromiso y fuerza. 

Todavía se sorprenden al recordar que uno de los temas creados previo a una de las movilizaciones por el Ni Una Menos “se había viralizado y todas las organizaciones lo cantaban cambiando la parte de las pibas de ATE por las trabajadoras, las mujeres, etc”. Cuentan con mucha sorpresa que fue tal la viralización que además se cantó en países limítrofes y en Europa. Lo entienden como “un aporte que desde el sindicato pudimos ofrecer y dejar a la lucha de las mujeres”.

Todos los viernes a partir de las 18hs, se juntan a ensayar por espacio de dos horas, al final de toda la semana de trabajo, por fuera del horario de trabajo “donde tenemos una disciplina a la cual nos ajustamos, generamos criterios organizativos colectivos que defendemos a rajatabla. Uno de ellos es aprendernos los nombres de cada una de nosotras,  la premisa fundamental es mi compañera está antes que yo, y el espacio está antes que mis expectativas individuales”, enfatizan que “es un espacio feminista que aporta a la construcción de un sindicato feminista”.

La repercusión que ha generado la percusión de las pibas de ATE Capital, no es para ellas una mochila, desde el comienzo entendían que querían ser lo más precisas y prolijas posible porque, lo que se ve, es  “la prolijidad, precisión y capacidad organizativa que tiene toda nuestra organización sindical,  somos una expresión de eso”. 

Dedican también un párrafo para Daniel “el Tano” Catalano, secretario general de ATE Capital,  “que entendió enseguida que nosotras podíamos ser una herramienta para la organización de les trabajadores, sabemos que si no fuera que el sindicato está conducido por el Tano hubiera sido muy, muy difícil, hoy tenemos todo lo que necesitamos”.

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La percusión de ATE Capital es un espacio único porque es el único sindicato que tiene una percusión de mujeres sindicalistas, mencionan que es un espacio amplio que convoca a mujeres que tienen diferentes llegadas al movimiento feminista, pero que este lugar a través del hacer práctico, ya que las dos horas son de puro ensayo y no un espacio de debate teórico, pero si les permite también abrir las preguntas ya que es un “espacio absolutamente politizado, un espacio que construye desde el amor, donde hay compañeras de más de 30 juntas diferentes, donde discutimos sobre qué nos pasa como mujeres, que nos lleva a mirar el mundo desde una óptica feminista lo que nos permite tener una mirada crítica hacia el interior de nuestros lugares de trabajo y de nuestra organización, mujeres que nos dimos cuenta que vivimos en un mundo absolutamente injusto y que no tiene por qué ser así, que las cosas tienen que cambiar”. 

Marina Chmielarczyk entiende que aportan en la construcción de “una organización sindical que pueda representar de igual manera y sintetizar los problemas de las, les, y los compañeros, el aporte que nosotras hacemos es político, en la calle, poniendo el cuerpo, pero además adentro de nuestros ámbitos laborales, la percu es un aporte a la construcción política que está haciendo nuestro secretario general, una herramienta a disposición de nuestra organización”.

Cuando frente a la adversidad que se planteaba del esfuerzo físico que representa la percusión y sus instrumentos, en vez de doblegarse eso les ha brindado mucha más fuerza porque sin dudarlo comprendieron que el bombo es símbolo de la alegría que podemos observar en las murgas y festejos, a la vez que de lucha, ya que en cualquier manifestación popular vamos a poder escucharlos. Esta fue otra de las razones más importantes para la construcción de la percusión, porque la lucha feminista y sindical tiene esos dos componentes, la alegría y la lucha a la que se le suma, sí, el esfuerzo físico, pero también el compromiso histórico de saber que: “Nosotras agarramos los bombos más pesados que existen porque están llenos de las luchas de todas las compañeras, en nuestros bombos pesa toda la historia de todas las mujeres que intentaron emanciparse a lo largo de la historia argentina, y nosotras cargamos con orgullo ese peso, y lo vamos a llevar hasta la victoria porque hasta que no tengamos una patria feminista no vamos a parar, para nosotras los bombos son el combustible que  tenemos para sumarnos a esta revolución de las mujeres y vamos a echar esa nafta para que el fuego crezca y nos termine iluminando a todas, nosotras estamos luchando por nuestros derechos aspirando a representar a todes porque sabemos que el feminismo es capaz aglutinar los problemas de todes, el bombo es lucha”.

Cafecito