"Aclaremos algo: la CGT nunca convocó a un paro", dijo Héctor Daer al enjambre de periodistas que lo esperaba para abordarlo en la puerta de la calle Azopardo de la central obrera y luego de haber asistido a la reunión mantenida con el gobierno por el bono de $ 5.000 prometido por Macri.
El integrante del binomio que conduce la Confederación General del Trabajo dijo más: "En concreto, estamos a la espera de que se dicte el decreto de necesidad y urgencia para establecer una suma de $ 5.000 para los trabjadores del sector privado". Y dijo aún más: "Esto (el bono) aleja la posibilidad de un paro".
El bono "sería" de $ 5.000 no renumerativo, en dos cuotas ($ 2.500 en noviembre, y $ 2.500 en diciembre) y de pago obligatorio "aunque los empleadores podrán negociar en acuerdo con cada sindicato formas más flexibles de liquidarlo en caso de afrontar una crisis".
Si todo sigue como dicen los gremialistas, el decreto de necesidad y urgencia (DNU) lo publicará el gobierno el lunes. Además del bono, el DNU crea un mecanismo de preaviso de los despidos con intervención del ministerio de Producción y Trabajo y del sindicato afectado.
Para algunos analistas, tanto el bono como el mecanismo de preaviso con intervención de los sindicatos son "concesiones" que el gobierno da a los sindicalistas para evitar posibles conflictos con el movimiento obrero organizado durante las deliberaciones en la Argentina del G-20.
