12/01/2024

Memoria, Verdad y Justicia

CETERA pidió la elevación a juicio de la causa por los asesinatos de los hermanos Arancibia

La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) y familiares de las víctimas presentaron un pedido ante la Justicia Federal para que sea elevada a juicio oral y público la causa que se sigue por los fusilamientos de los docentes y hermanos Isauro y Arturo Arancibia, asesinados el 24 de marzo de 1976 en Tucumán.

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Pagina12

La presentación del requerimiento para la elevación a juicio fue presentado el martes pasado por la Ctera y la familia que mantiene una querella en la causa, “atento a la habilitación de días durante la feria judicial ordenado por el juzgado federal número 2 de Tucumán”, indicó un comunicado difundido por la organización sindical.

“Esta etapa del proceso representa un importante avance hacia la realización del debate oral y público a más de 47 años del hecho que configuró los delitos de lesa humanidad por los cuales fueran asesinados los hermanos Arancibia”, se señaló en el documento.

Los hermanos Arancibia eran maestros, oriundos de la ciudad de Monteros, ubicada al sur de la provincia de Tucumán, e Isauro, además, había sido fue uno de los fundadores de la Ctera y dirigente de Agremiación Tucumana de Educadores Provinciales (ATEP).

El 24 de marzo de 1976, a la noche, un grupo de tareas integrado por policías y civiles armados irrumpió en el local de ATEP, en el centro de la capital tucumana, donde se encontraban los hermanos.

Ambos se defendieron con escopetas y mataron a uno los integrantes del grupo, antes de ser acribillados a balazos.

“Isauro, como gremialista y fiel representante de los y las trabajadoras de la educación, representaba un blanco para el terrorismo de Estado, habiendo recibido amenazas por parte de grupos paramilitares y parapoliciales, como la Alianza Anticomunista Argentina (AAA), lo que también se ha constatado en la investigación”, se reseñó.

En el marco de esta causa, “la querella ha dejado expuesto que la dirigencia sindical de esa época fue perseguida y desaparecida debido a los principios que defendían relacionados con la educación pública y los derechos de los docentes, pues todo ello se oponía al modelo económico y social de la dictadura”.

Y añadió que “la desaparición de Marina Vilte en Jujuy, de Eduardo Requena en Córdoba y de los más de 700 docentes, es prueba de que el terrorismo de Estado apelaba a la eliminación de la dirigencia más representativa del país y que garantizaba la escuela pública e inclusiva”.

Por último, recordaron la declaración de Italia Arancibia, hermana de los maestros, cuando en la instrucción de la causa le preguntaron si sabía las razones de la muerte de sus hermanos y respondió: "Por ser un dirigente gremial a nivel provincial y nacional, por la unidad y solidaridad que existía entre los diferentes gremios de Tucumán como la Federación Obrera Tucumana de Industria Azucarera, los empleados y obreros de comercio, y demás organizaciones. Era un dirigente social”

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