En 2011 Mauricio Macri, jefe de Gobierno porteño, fue quien en persona compró en España trenes que se incorporarían poco después a la Línea B del subte. Se pagaron en ese entonces 4,2 millones de euros por unos vagones CAF5000 de 32 años de antigüedad. Cabe destacar que los Metrodelegados fueron los primeros en denunciar que muchas de las piezas de estos trenes estaban construidas con asbesto (amianto), un material que, como se sabe, está prohibido en casi todo el mundo por provocar, entre otras enfermedades, cáncer.
De esta manera, las revelaciones que hizo Eduardo De Monmollin a la señal CNN comprometen severamente al actual presidente de la Argentina, ya el procedimiento de compra incluía la revisión de documentación técnica que señalaba que los vagones tenían asbesto, pero que "no había manera de afirmar o validar si esto era efectivamente cierto o no”, dijo Montmollin.
Aunque Montmollin responsabilizó a los vendedores españoles, lo cierto es que ya hay al menos tres trabajadores del subte de la Línea B con afecciones en la placa pleural, debido al contacto y exposición que tuvieron con el asbesto.
La entrevista a Eduardo De Montmollin, presidente de Sbase
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El momento en que Macri compra los trenes con asbesto
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