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El comunicado del CICOP señala que “tuvo una buena valoración el compromiso de reapertura paritaria en el mes de junio, teniendo en cuenta que es un lapso de tiempo relativamente corto”.
De este modo, en medio de la pandemia, los y las profesionales de la salud, llegarán “a un aumento promedio de bolsillo del 20,33 %, a partir del cambio de categoría para el cálculo de los básicos (retroactivo a marzo), la asignación estímulo del Gobierno nacional que logramos universalizar y el incremento de la bonificación de escala creciente desde mayo”.
Advierten, sin embargo, que “más allá de la crítica aceptación, sin dudas queda un largo camino por recorrer. La persistencia de bajos salarios, el achatamiento de la pirámide salarial, la incorporación de una suma no remunerativa como parte principal del aumento, son ítems que requerirán de un abordaje específico en junio”.
También afirman desde el sindicato que “el Gobierno provincial se ha comprometido a extender los cinco mil pesos más allá de los cuatro meses pautados a través de una bonificación, ahora sí, de carácter remunerativo, pero está claro que no será lo único que tendremos para debatir en la próxima instancia a fin de modificar positivamente nuestros ingresos”.
Entre las varias cuestiones laborales que entienden desde el CICOP se seguirán discutiendo destacan, la evolución del suministro de insumos y equipos de protección personal, también, la resolución de las interinizaciones de los becarios y becarias, así como las designaciones de cargos y funciones de centenares de profesionales. Además, resultará indispensable avanzar en los ingresos de los y las residentes que terminan su formación de post-grado en 2020 para dotar de recursos valiosos a un sistema que los necesita.
El comunicado tiene un párrafo donde subrayan la visibilización de las problemáticas que aquejan a los y las profesionales de la salud que la pandemia del coronavirus permitió mostrar:
La reducción de los planteles de trabajadores y trabajadoras, los impedimentos para conseguir coberturas de puestos vacantes debido a salarios y condiciones laborales deficitarias, la insuficiencia de insumos y aparatología, las deficientes situaciones edilicias en la mayoría de los establecimientos, tienen como origen definiciones políticas que han colocado a la Salud en el límite de su funcionamiento, con presupuestos misérrimos y valoraciones de nula importancia.
