Como viene sucediendo desde 2015, decenas de miles de mujeres ganaron las calles de Buenos Aires este 8 de marzo y marcharon desde el Congreso, donde exigieron a los legisladores la sanción definitiva de la ILE (Interrupción Legal del Embarazo), a la histórica Plaza de Mayo.
La movilización fue convocada por decenas de colectivos feministas, estudiantes, sindicatos y organizaciones sociales. Al color violeta, que identifica el 8M en todo el mundo, las mujeres argentinas sumaron el verde de la campaña por la legalización del aborto y el naranja, que exige la separación de la Iglesia y el Estado. También alzaron la voz contra los feminicidios, una de las grandes lacras sociales del país sudamericano. Cabe citar, en este sentido, que sólo entre enero y febrero de este año 2019 hubo 54 casos.
Como se recordará, en la Argentina la ola feminista comenzó en junio de 2015, cuando el movimiento Ni una menos lideró una movilización masiva contra los asesinatos de mujeres por la violencia machista. Desde entonces, el movimiento no ha dejado de ganar fuerza, sobre todo porque la violencia contra las mujeres no cesa. La estadística registra que, en 2018, cada 30 horas murió una mujer a manos de un hombre.
Cabe destacar que el propio INDEC, el organismo oficial de estadísticas de la Argentina, dio a conocer datos de la violencia machista en el país que son escalofriantes: en el último lustro ha habido 242.872 víctimas de violencia pscicológica (86% de los casos) y/o física (56,3%), muchos de los cuales terminaron con la vida de la mujer.
Entre las consignas y carteles que enarbolaban las columnas, se escuchaba o se leía "Aborto legal en el hospital", "América Latina va a ser toda feminista", "Libres e iguales", "Niñas, no madres", "Es mi cuerpo, yo decido" o "Basta de violencia machista". Otro dato distintivo de la movilización en la Argentina (que tuvo su correlato en las principales ciudades dell mundo) fue la "mixtura" generacional: mujeres de todas las edades, desde niñas en edad escolar hasta mujeres con bastón que marchaban acompañadas por sus hijas o sus nietas.
