03/08/2018

Daniel Catalano, secretario general de ATE Seccional Capital

"Hoy la emergencia está en garantizar un plato de comida"

Daniel Catalano, 25 años después de comenzar su carrera sindical, lo tiene como secretario general de ATE en la Ciudad de Buenos Aires, enfrentando nuevamente al neoliberalismo encarnado en las políticas de Mauricio Macri y de Horacio Rodríguez Larreta.

Corría agosto de 1993 y en pleno auge del neoliberalismo, encarnado en las políticas del gobierno que presidía Carlos Menem, se ponían en jaque los puestos de 600 trabajadores en el Consejo del Niño y la Familia. Es entonces que un joven becado de 18 años se subleva y se involucra en la lucha por conservar los puestos de trabajo. Luego del triunfo que representó torcerle el brazo al gobierno, con la reincorporación de sus compañeros y compañeras, Daniel Catalano se entusiasmó y tomó el envión necesario para comenzar una carrera sindical que, 25 años después, lo tiene como secretario general de ATE en la Ciudad de Buenos Aires, enfrentando nuevamente al neoliberalismo, encarnado ahora en las políticas de Mauricio Macri en el país, y de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad. “El Tano”, como lo conocen todos, parece animarse también a la disputa electoral de ATE en el plano nacional con el mismo entusiasmo de aquel joven de 18 años, pero con la templanza y prudencia que le dieron los años para darse cuenta que el principal enemigo es el gobierno. Un gobierno que viene, nuevamente, a achicar el Estado despidiendo a sus trabajadores.

¿Qué representó el triunfo de Macri en 2015? 

Creo que nadie esperaba la llegada de Macri. Hubo un momento donde pareció que parte de la política se corría para hacerle más fácil las cosas a él. Nosotros ahí salimos a jugar muy fuerte, no porque Scioli nos enamorara sino porque pensábamos que Macri era lo peor que nos podía pasar. Perdimos todos ese día, de hecho estamos perdiendo todos ahora. Era impensado un gobierno neoliberal después de la experiencia del kirchnerismo. No pensé que pudiera pasar. Y fue mucho más cruel de lo que nosotros decíamos que iba a ser. Tuvieron mucha creatividad, manejaron muy bien la comunicación, generaron que el populismo sea una mala palabra en lugar de ser una posibilidad de mejor condición de vida, y ahí tuvieron la llave para hacer todas las cagadas que están haciendo.

¿Por qué es necesario evitar la llegada del Fondo Monetario Internacional a nuestro país?

En el mundo hay que evitar el avance del FMI porque somete a los países que tienen dependencia de ellos. Toda la economía de un país se encuadra y se legisla para que el FMI se siga enriqueciendo mediante políticas neoliberales. Ante el FMI y el G20 tenemos que ser categóricos en su rechazo. Nos estamos endeudando de una manera espantosa y nos va a costar muchísimo salir. Estela de Carlotto nos dijo que ojalá el próximo gobierno que asuma reconozca como ilegal a esta deuda y me parece que eso sería un acto de justicia.    ¿Cuál es el rol de ATE ante esta nueva ola de despidos en el Estado? 

Nosotros resistimos pero es muy difícil y complejo. El pueblo no defiende al Estado con el rol del Estado, es una pelea que damos muy solos. Nadie puede evaluar que el documento nacional de identidad tiene atrás a un empleado público que lo puede hacer, o entrar y salir del país depende de que haya atrás un empleado o empleada pública que trabaja 12 horas por día recibiendo a 1.200 personas que pasan por la frontera. No se puede interpretar que hay una asignación universal porque hay detrás un trabajador estatal en ANSES haciendo la gestión. No se interpreta que quien te limpia el culo en un hospital público es un trabajador estatal. Hay una batalla que da el gobierno y el neoliberalismo contra el rol del Estado y nosotros, lamentablemente, no la estamos pudiendo ganar. Peleamos contra una maquinaria de comunicación que generó un imaginario social de lo que es el empleado público y el rol del Estado que a nosotros no nos favorece en su defensa. No tenemos el apoyo de la sociedad con el que por ahí puede contar un maestro. El simbolismo que tiene el guardapolvo blanco, la escuela pública. Estamos en desventaja y el neoliberalismo viene a hacernos mierda. 

¿Dónde se ubica UPCN ante esta situación?

UPCN no discute el rol del Estado, discute el rol sindical dentro del mundo de sus trabajadores. Es un sindicato enorme con gente que confía en eso, que apuesta a su obra social, que apuesta a la gestión y además le va bien porque la gente sigue afiliada a UPCN. Hay toda una población que necesita de la existencia de UPCN y hay que entender que esto es así. Hay gente que no quiere sindicatos, otros quieren ATE, y otros quieren UPCN. Son instituciones que existen en este encuadre y evidentemente tienen un apoyo de sus afiliados que yo no me atrevo a cuestionar. Evidentemente nosotros como ATE no somos una alternativa para ese trabajador o trabajadora que se siente contenido por UPCN. Nosotros ofrecemos la discusión del rol del Estado, del rol del laburante, cuestionamos la impronta que imponen los gobiernos sobre la población. Nosotros ofrecemos una calidad de vida sindical distinta, pensamos que el sindicalismo es una herramienta de transformación para toda la vida de la persona en su conjunto, no es sólo la obra social o el turismo sino que el sindicalismo, de manera integral, es una articulación política para que el empleado público sea un sujeto que pueda intervenir en todos los aspectos. Es un poco más complejo.

¿Qué papel está jugando el ministerio de Trabajo?

Jorge Triaca no existe. Te manda a un grupo de abogados con un papel escrito acordado con UPCN, y tenés que firmar o rechazar. No existe un marco. Por ahí en el imaginario del laburante se piensa en la paritaria como una gran mesa donde se discute, se grita, y eso no existe. Es una oficina chiquita donde hay caramelos, están los abogados del ministerio de Trabajo y los abogados del ministerio de Modernización, hay dos o tres representantes de ATE, dos o tres de UPCN, te leen lo que ya resolvieron y vos rechazás. No hay ámbito de discusión. Modernización es parte de los que te cagan, hacen el laburo sucio para que después Triaca, que es un vago, ponga el gancho.

¿Cómo analizás el conflicto social de acá a fin de año sabiendo que todo indica que la situación económica no va a mejorar?

A mí me preocupa más agosto, septiembre, octubre y noviembre, porque en cada mes se van a ir planteando escenarios de disputa de sentido que son profundas. La posibilidad de tener una ley que despenalice el aborto nos parece central para mejorar la calidad de vida y que no se nos mueran nuestras pibas. Santiago Maldonado es una pelea que tenemos que dar en la calle, es la lucha por el sentido y los derechos humanos. Hay que pelear en el Parlamento para dar de baja el decreto presidencial que le da funciones a los militares en cuestiones internas. La pelea contra el FMI y el G20 va a ser una carnicería en la calle, y después vemos en diciembre. Si se viene la reforma laboral es un problema, y si se aplica la reforma del Estado, también va a ser un problema en la calle. Diciembre va a ser complicado, como siempre, pero tenemos un año que es complejo.

¿Cómo se está dando el debate salarial teniendo en cuenta la devaluación que se está produciendo?

El debate se da entre los trabajadores y las trabajadoras. En el ministerio de Modernización no hay debate, hay una imposición y se cierra la posibilidad de mejorar la calidad de vida. Ellos trazaron un escenario de compromiso con el FMI y lo están cumpliendo a rajatabla. Es muy probable que no podamos perforar la paritaria actual y también es cierto que hay temor entre los y las trabajadoras para salir a la calle a reclamar.

¿Crees que hay margen para articular la unidad de todo el arco sindical? ¿Es necesaria? ¿En qué condiciones?

Hay que forzarla, porque en realidad esa dirigencia no sale pero su base sí está saliendo. Entonces hay que forzar la unidad porque hay que garantizar una institucionalidad que pueda ser el garante de la democracia sindical. Así vos después tengas un dinosaurio que intente poner obstáculos, hay que generar el marco institucional para poder generar movilidad. Pensamos que fue un error la división de la CGT y la división de la CTA, quizás en el momento histórico en el que sucedió era necesaria. Pensamos que ahora ir a abonar a una CGT que no pelea también sería un error de nuestra parte. Pero tenemos que generar las condiciones para que haya una sola institución que cobije a todos los laburantes y que haya una centralidad política, que puedas generar esa participación que te da más herramientas para pelear.

¿Un primer paso sería generar la unidad en la CTA para luego poder ir a abonar por una unidad en la CGT?

Sí (piensa). O no. Quizás hay que armar una nueva institución, quizás hay que aislar a los que están. Quizás hay que dejar de añorar el sello y poder generar un sello que arme y discuta todo de nuevo. El sindicalismo quedó muy atrás de los avances de la sociedad. Hay que llevarlo al 2018. Se sigue haciendo un sindicalismo pensando en las prácticas de 1945 donde lo que tuviste fue una conquista de derechos, ahora estamos sufriendo una pérdida de derechos importante y hay que ver cómo lo resolvemos. La gente no entiende de programas, la gente no entiende  de “Huerta Grande” ni de “La Falda”. Hay que tener esa base, porque esa base existe, es real, y hay que seguir trabajando sobre ese escenario, pero tenemos que encontrar un campo donde el laburante se sienta parte y pueda entender lo que le estás planteando porque no le interesa leer 26 puntos, no le interesa dar esa discusión.

¿Como futuro secretario adjunto de la CTA, cómo se está dando la articulación hacia la unidad?

Nos agarra en un momento de crisis del país, la experiencia va a ser seguir profundizando la pelea. No te da margen a repensar lo institucional. Hoy la emergencia está en garantizar un plato de comida, que no te echen del laburo, que haya aumento a los docentes. La experiencia va a estar teñida por el marco de realidad que nos impone Macri. Llegás a un quilombo y hay que agarrar el quilombo.

¿Qué balance hacés de la intervención del Partido Justicialista con Luis Barrionuevo a la cabeza?

Barrionuevo es un títere del neoliberalismo, es parte de lo indeseable del mundo sindical. El PJ se va a terminar recuperando, pero no por el sello. Me parece que hay una reconfiguración de la política en sí misma, que evalúa que eso ya tuvo un tiempo prudencial. Uno podría ir a pelear el simbolismo, ¿qué es el PJ? Hay que recuperarlo y ponerlo al servicio del pueblo, entendiendo que eso es una posibilidad y también un límite.

¿Cómo encara el conflicto social en la Ciudad de Buenos Aires el gobierno de Horacio Rodriguez Larreta?

Larreta es un fenómeno que tiene una protección mediática enorme, es una máquina de hacer cagadas que no salen en ningún lado. Tiene 15 mil policías que reprimen al pueblo senegalés, a los representantes de la cultura, a los que laburan en la calle. No paga costo político porque la gente no se entera. Vacía los hospitales, quiere anular 5 hospitales públicos y generar un polo de salud que va a desatender a nuestro pueblo, no pone plata en infraestructura en las escuelas, no tiene plan de urbanización claro dentro de los sectores populares, abandonó la zona sur de la ciudad de Buenos Aires. Tuvo capacidad de armar una villa olímpica sin poder pensar en el marco de necesidades de la gente que habita el barrio Papa Francisco, donde la gente se va a morir de cáncer por las aguas contaminadas. Larreta es un trucho que en algún momento vamos a poder sacar de la Ciudad de Buenos Aires. Pone una batería de guita para ser intocable y nosotros queremos que los aportantes de Larreta salgan a la luz. Larreta sigue siendo la misma lacra que fue siempre, sigue siendo el responsable de la muerte de Favaloro, y lamentablemente tiene un aval electoral inentendible, al igual que Lilita Carrió.

¿Creés que hay un aporte de los medios de comunicación en todo esto?

Sí, sin dudas, todo esto es Héctor Magnetto y la concentración que tuvo el Grupo Clarín con el macrismo fue realmente pornográfica. Vamos a pagar esto por muchos años. Victor Hugo Morales me parece el militante más claro que tenemos en los medios de comunicación, defensor de la Ley de Medios, y un expositor de lo que vino a generar Magnetto en términos de concentración de poder y que estamos viviendo.

¿Qué lectura hacés de los despidos en TELAM?

En Telam, en Radio Del Plata, son compañeros que vienen siendo castigados desde que asumió este gobierno, con importantes niveles de valentía porque los laburantes de esos medios trabajaron llevando adelante los reclamos de los sectores que estaban en conflicto con las políticas de este gobierno, por eso reciben apoyo de todos los sectores. Ojalá que se pueda dar vuelta, viendo a Hernán Lombardi sentado ahí no creo que le interese mucho ni los fallos de la justicia ni el aval nacional e internacional que están teniendo los laburantes de comunicación pero hay que seguir peleando e intentar ganar esa batalla. 

¿Cómo analizás el decreto que habilita a las Fuerzas Armadas a participar en asuntos internos? ¿Lo leés en clave de conflicto social o en términos de alineamiento con los Estados Unidos?

Es todo junto. Estados Unidos está armando bases militares en todo el país, tenemos a Israel entrenando a las tropas argentinas, vendiéndonos tecnología y armamentos. Que los militares tengan la posibilidad de intervenir en la vida civil es un retroceso porque entendemos que en algún momento va a intervenir para sostener un marco represivo hacia el pueblo. Tenemos que intentar ponerle un freno a este decreto desde el Parlamento para que suframos lo menos posible. Ya bastante con no tener laburo, con no tener un plato de comida, imaginate tener al ejército golpeándote la puerta de tu casa, no está bueno eso.

¿Cómo está la construcción de la Lista Verde y Blanca en el resto del país?

Nuestro objetivo es que la refundación que realizamos en la Ciudad de Buenos Aires la podamos replicar en todo el país, que el año que viene podamos derrotar al modelo sindical que representa Cachorro Godoy. Queremos que la Verde y Blanca sea una alternativa federal que pueda dar el batacazo electoralmente, creemos que estamos en condiciones de hacerlo. Quedó demostrado que hay un modelo sindical cerrado en la utilización de los recursos en pos de un beneficio personal que es lo que hace Godoy. Nosotros queremos que el sindicato sea una herramienta de transformación y que esté abierto a la comunidad, pensamos que eso viene caminando bien, estamos en las 24 provincias. El año que viene, si hay posibilidad, porque primero tenemos que pasar todo este año, porque nuestro problema principal es el gobierno. Si están dadas las condiciones iremos a disputar a ATE Nacional pero lo más importante hoy es conservar los puestos de laburo.

¿Un Daniel Catalano a nivel nacional?

Eso lo van a resolver los compañeros pero no creo que haya mucho quilombo, lo que hay que plantear es una Verde y Blanca a nivel nacional, el apellido es lo de menos, lo importante es que el colectivo que se construyó en el sindicato se pueda reflejar independientemente de quien lleve la bandera. 

¿Crees que de cara a las elecciones de 2019 el sindicalismo tiene que tener un rol en la conformación de un frente opositor?

Sí, nosotros tenemos que ser parte de la articulación, ser facilitadores, y ser parte de la discusión. No podemos quedar al margen de todo esto. Tenemos que ser parte de la posibilidad de reconstrucción de nuestra nación. 

Cafecito