28/08/2018

Eduardo López, secretario general de UTE

"No hay 2019 sin lucha en el 2018"

Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) es maestro y dirigente gremial en la Ciudad de Buenos Aires. Comenzó a dar clases con 20 años y a militar en el sindicalismo ese mismo día.<br /> <br />

Ser maestro y ser dirigente gremial en la Ciudad de Buenos Aires, gobernada por el neoliberalismo desde hace más de 10 años bajo el sello del PRO, no debe ser tarea fácil. Sin embargo, para aquel joven porteño que comenzó a dar clases con 20 años en pleno auge de la democracia, ser docente y militante sindical es parte de su esencia y su tradición familiar. “El primer día que fui a dar clase, en marzo de 1985, fue el primer y único día que no estuve afiliado a un sindicato. Salí y me afilié esa mañana. Mi abuelo era sindicalista, mi madre peronista, era algo que casi no se discutía. El sindicato, el trabajo, la afiliación en la unidad básica, la militancia cristiana. Era inherente. Mis veredas eran esas. Mi madre es maestra, mis hijas son maestras, yo soy maestro”.

Eduardo López es el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y entre mates y galletitas nos explica que en “la necesidad de desmenuzar todos los temas y no naturalizarlos”, la docencia le permite reflexionar sobre la práctica sindical y el mundo que habita. “Permanentemente explico que las cosas no son así, están así. Uno no es pobre, está pobre. Ese cambio de abordaje en el lenguaje es toda una explicación. Uno no es distraído, está distraído. Si es, siempre va a ser distraído. Si está, puede dejar de estarlo. La diferencia entre el ser y estar, exquisita en nuestro lenguaje, hace a la posibilidad de no naturalizar”. Con esta declaración de principios, López aborda la conversación con prudencia y precisión en la utilización de sus palabras, sin embargo no por eso ahorrará en definiciones contundentes acerca de la situación educativa a nivel nacional desde que asumió la presidencia de la Nación quien fuera jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires durante dos mandatos consecutivos. “La pregunta del por qué y la no naturalización es el abordaje gremial que hago”, al contrario de lo que nos contaba sobre su familia ¿Por qué? Porque “el que no quiere a su Patria, no quiere a su madre. Yo arranco desde ahí”.

¿Cómo ves la situación del sistema educativo en el país?

El sistema educativo es formidable, y está mal, porque desde hace 2 años y medio decayó la inversión educativa. Estábamos en el 6% del PBI y ahora estamos en el 5,4%. Hay un ataque virulento del gobierno hacia el sentido educativo, que se sintetiza en la frase de Esteban Bullrich (ex ministro de Educación en la Ciudad y en Nación) que dijo: “Debemos educar para formar personas que vivan en la incertidumbre de no tener trabajo y aprendan a disfrutar”. Esa educación es la contraria a lo que las leyes vigentes establecen. Nosotros no formamos personas para que vivan contentas en la incertidumbre de no tener trabajo, formamos hombres y mujeres libres, críticos, y socialmente responsables. Entonces en los últimos 2 años y medio lo que hay es una baja del presupuesto, una disputa sobre el sentido de la educación, y políticas que tienden a impulsar esos sentidos. El gobierno que va para un lado y la comunidad educativa que va para el otro.

En este contexto ¿Qué posición ha tomado el jefe de Gobierno porteño y su ministro de Educación?

Horacio Rodriguez Larreta renunció a ser jefe de Gobierno de la Ciudad y es apenas un subsecretario de espacio público de Mauricio Macri. Fue una renuncia política, no institucional, pero por ejemplo los compañeros del subte, para saber cuál es la política de transporte, lo miran más a Dietrich y a Macri que a Larreta y no sé quién será su ministro de Transporte. Y yo para ver cuál es la política educativa de la Ciudad, me fijo más en lo que dice Macri y el ministro nacional de turno, que lo que dicen los subsecretarios de espacio público de la Ciudad. Larreta en la ciudad es Cecilia Felgueras, imbatible en tanto (Fernando) De La Rúa tenía buena imagen.

¿Están analizando llevar adelante medidas de fuerza en la ciudad si no hay ninguna mejora salarial?

Nosotros venimos en un plan de lucha desde que el gobierno nacional discontinuó la paritaria nacional. Desde que discontinuó la paritaria nacional nosotros venimos sufriendo una baja salarial. Cuando había paritaria nacional, había aumentos salariales por arriba de la inflación, y había profesores en mi propia escuela que me decían, en el periodo 2007-2015: “Tenemos aumentos paritarios por encima de la inflación de la Ciudad, y eso es gracias a Mauricio Macri, jefe de Gobierno, y pese a la paritaria nacional”. Yo en ese periodo le decía a ese profesor: “No, los aumentos por arriba de la inflación son gracias a la paritaria nacional y pese a Mauricio Macri”. Esa discusión se terminó en 2015 cuando sigue gobernando Macri, quita la paritaria nacional y los aumentos son por debajo de la inflación. Desde ese entonces a esta parte, sea quien sea el funcionario en la Ciudad, estamos en plan de lucha. Antes teníamos un plan de lucha relacionado con la baja del presupuesto, la falta de vacantes, la falta de maestros, la alimentación que se reducía. Pero en materia salarial, del mínimo docente, estábamos bien porque había paritaria nacional. Mauricio Macri asume en la Ciudad a finales de 2007 y la paritaria nacional se promulgó a finales de 2007. La primera fue en marzo de 2008. Entonces él asume junto a la paritaria nacional y decía que era por él. Es tan sinvergüenza, él y todos sus funcionarios, que hacen propias políticas nacionales inclusivas, y acumulaciones históricas. Por ejemplo, la Ciudad es rica y le va bien cuando al país le va bien. Entonces ellos agarran la Ciudad rica en un país que crecía, y dijeron “todo esto lo estoy haciendo yo”. Es tan ruin eso como que yo agarre las pruebas PISA o cualquier prueba estandarizada, que dan que los chicos de Capital tienen mejores resultados que los chicos de Chaco, y yo diga: “soy mejor maestro que los maestros de Chaco”. Nuestros salarios son mejores que los de los maestros jujeños, es como que yo diga: “hay mejores salarios dentro de los maestros porteños porque este sindicato lucha más y mejor que el de los maestros jujeños”. Tenés que ser un patán, un canalla, para confundir a propósito situaciones objetivas con subjetivas. Pensemos, si yo digo esto: “acá están las pruebas, datos son datos”. Yo creo que no soy mejor que ningún maestro chaqueño. Hay que ser canalla para decir “soy mejor político porque el PBI per cápita de la Ciudad es mejor que el de Chaco”.

¿Qué análisis hacés de la situación en las universidades?

Es la misma política que a nivel nacional, ahí no la sintetizo en una frase de Esteban Bullrich sino en una frase de María Eugenia Vidal: “Todos sabemos que nadie pobre llega a la facultad”. Hay un poema muy lindo sobre quiénes son “los nadies” para la derecha. “Nadie” llega a la facultad. “Los nadies” son los que ellos odian. Odian a los de abajo, envidian a los de al lado e idolatran a los de arriba. Para ellos “los nadies” son los de abajo, para nosotros son el sujeto. Si “nadie” llega a la facultad y sólo llegan ellos, y ellos van a la privada, conclusión: ¿para qué queremos universidades?

Como posible secretario general de la CTA Capital, ¿cómo estás viendo los procesos de unidad que se vienen llevando adelante con otros sindicatos? ¿Crees que la tendencia a la unidad se va a profundizar?

Ese es uno de los ejes de nuestra campaña, todavía no ganamos. El compañero candidato de la otra lista es (Claudio) DelleCarbonara, y la elección se dirime el 6 de septiembre. Pero ese es el eje. Nosotros tenemos tres ejes en nuestra Lista 10: Defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras. En eso indudablemente coincidimos con los compañeros de la otra lista. El segundo punto es la unidad de todos y todas, que defiende los derechos de los trabajadores y trabajadoras. La unidad se hace con los del punto uno. Y ahí lo más amplio posible. Por supuesto se destacan los Metrodelegados, Pianelli y Segovia, los estatales, los camioneros, las organizaciones sociales, la lucha de las compañeras mujeres, los universitarios, los terciarios, los trabajadores privados, los compañeros de FOETRA. No hay dosaje de sangre de mi parte, ni hay competencia. Aquí tampoco confundimos las condiciones objetivas con las subjetivas. Yo no pienso que porque nosotros hacemos paro siempre, somos más combativos que algún sindicato de la actividad privada que no hace paro. Creo que tenemos condiciones objetivas distintas, por ejemplo, si la semana que viene hacemos un paro no echan a la mitad de los trabajadores de la escuela, le descuentan los días de paro, pero no los echan. Unidad, unidad plural. No es más combativo el que hace paro de 24, 48, o 72 horas, y menos combativo el que hace una marcha. Es más combativo el que hace todo lo posible y más, en base a las relaciones de fuerza que tiene en su sector. Y el tercer punto de la campaña es contribuir a la construcción de una propuesta electoral en el 2019 que ponga fin, por la vía electoral, a este modelo económico. Una alternativa electoral unitaria que dé solución en el 2019 a los problemas que venimos acarreando desde el 2015. Pero no hay 2019 sin lucha en el 2018. No existe el 2019, es lejísimo para los que no podemos pagar la luz este mes. La lucha es ahora, no es en las elecciones de 2019. Pero, al contrario de muchas otras veces en nuestra historia, ponemos la mirada en 2019, que haya una herramienta electoral unitaria. El gobierno quiere dividir al campo de los trabajadores, al campo social, y al campo político. Y nosotros vamos a bregar por la unidad en el campo de los trabajadores, en el campo social, y en el campo político, en esa última instancia va ese tercer punto.

¿Cómo ves la situación económica en la Argentina con el regreso del FMI y sus recetas?

Yo veo que la crisis económica está ya. Hay un default existente en cuotas, un default en cámara lenta que ya está como tal por una simple razón: nosotros pedimos préstamos al Fondo Monetario Internacional para pagar intereses de otros préstamos, eso técnicamente es un default. Ya está, ya no podemos pagar, excepto con préstamos que después tenemos que pagar. No es que pagamos a costa del hambre del pueblo solamente sino a costa del hambre y otro préstamo. Esto es default. No sé si el gobierno lo sabe pero los inversores ya lo saben y se lo hacen saber. Y si no, si el gobierno lee este portal se va a enterar. Igual se lo dijeron a (Mario) Quintana en Nueva York.

¿Qué consecuencias puede traer esto?

Si hay ajuste no quiere decir que hay resistencia, puede haber ajuste sin resistencia. Es mentira que si hay ajuste, hay resistencia. En los ’90 había ajuste y no había resistencia. En Paraguay, en Perú, hay ajuste y no hay resistencia, en Colombia igual. Lo que sí, acá hay resistencia porque se dieron condiciones para que la haya. La resistencia es muy fuerte, y va a seguir vigorosa, masiva y contundente como la que empezó desde 2015 a esta parte. Y tiene de protagonista a los trabajadores y trabajadoras, a los movimientos sociales, a los movimientos de mujeres, a los movimientos juveniles. Es un pueblo en la calle, tiene a los organismos de derechos humanos, con las movilizaciones para que no salgan los milicos según las leyes vigentes, el 21F, el 8M, el 25 de mayo, el 9 de julio. Hay resistencia fuerte. Por eso están preocupados y por eso sacan a los milicos a la calle. Antes tenían a Bernardo Neustadt y a Susana Giménez, ahora tienen que sacar a los milicos.

Por tu rol como secretario gremial de CTERA ¿Cómo ves la situación en la provincia de Buenos Aires? ¿Qué te cuentan los docentes sobre la situación económica y social de los alumnos que van a la escuela pública?

A lo de Capital se le suma algo más. En la Ciudad está la disolución del poder político, entregado a lo que diga Macri, por parte del jefe de Gobierno. Y a duras penas le deja ser su subsecretario de espacio público Macri a Larreta, porque todos los negocios con las lamparitas son de Marcos Peña. Y a cambio de entregar la Ciudad, Larreta evita sacarse fotos con Macri porque es bastante piantavotos ya. Pero en la provincia de Buenos Aires hay una émula de Margaret Thatcher con proyecto propio, que sobreactuaba más macrismo que Macri. Bueno, le está yendo muy mal. Hablo mucho con Roberto Baradel que tiene que bregar por este tema aún más. Aparte del ajuste que hay a nivel país en todas las provincias, ellos tenían su Margaret Thatcher, su plan B. María Eugenia Vidal no disuelve su poder político y se lo entrega a Macri, quiere conformar uno propio a la derecha, sobreactuando. No sé si a la derecha porque a la derecha de Macri está la pared, sobreactuando. Les va mal. Convocan a voluntarios, no hubo ninguno. Manda inspectores a ver quién para y quién no para en lugar de solucionar los problemas de infraestructura y termina como termina. Ahora la corren en los timbreos, más que timbreo es un ring raje.

¿Hay persecución política y sindical en la Argentina? ¿Qué papel cumple el poder Judicial en este momento?

Sí, en la Argentina por supuesto. El poder judicial es un ariete de esa persecución, la denunciamos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a esta persecución: PEPSICO, AGR Clarín, Subte, SIPREBA, Docentes, Judiciales de Mendoza, Canillitas. Está todo escrito y presentado ante la CIDH ¿Por qué no a la Organización Internacional del Trabajo (OIT)? Porque están violando los derechos humanos, ¿y qué dijo la CIDH? Sí, están violando los derechos humanos. Amenazan a Baradel, a Néstor Segovia se lo llevaron preso. En nuestra lista hay una candidata presa: Milagro Sala. Otro que estuvo preso: Luis D’Elía. Otro que estuvo preso: Segovia. Esa es nuestra lista. Por eso nunca vamos a discutir con los compañeros de la lista adversaria ocasionalmente, porque a nosotros el que nos mete preso es otro. El que nos saca los derechos y nos persigue es otro. Es el gobierno, y nosotros confrontamos contra el gobierno. Hay persecución, es evidente. Lo dice la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

¿Qué reflexión hacés sobre la situación judicial de Cristina Fernández de Kirchner y la utilización mediática que se hace del tema? ¿Cómo ves el escenario regional latinoamericano?

El “Lawfare” existe. Pero para mí existe el Lawfare con otro nombre. Para mí el Lawfare es lucha de clases con nuevas tecnologías. En ese Lawfare hay una tercera pata que son los servicios de inteligencia. Es el poder Judicial, los medios de comunicación y los servicios de inteligencia, todo capitaneado por la embajada de los Estados Unidos que es quien capitanea el capitalismo en esta etapa. La persecución sindical que recién dije tiene su complemento con la persecución política a los líderes que se oponen al ajuste, a encolumnarse con Estados Unidos de Norteamérica. Y por eso la persecución a la presidenta, a Lula, a Rafael Correa. Pero a (Juan Domingo) Perón y a (Hipólito) Yrigoyen también, por eso lo historizo un poquito. No se llamaba Lawfare pero a Yrigoyen le saquearon la casa, se la incendiaron buscando lingotes de oro. Y la Corte Suprema presidida por (José) Figueroa Alcorta, parecido a (Ricardo) Lorenzetti, dijo que era legal el golpe, y si ustedes leen el diario La Nación de la época, avalaba diciendo “el corrupto de Yrigoyen que se llevó los lingotes de oro a su casa en la calle Brasil 601”, y los vecinos iban a su casa a buscar los lingotes. No era Lawfare pero era lucha de clases, hegemonía y contrahegemonía de Gramsci, en el Coliseo les bajaban el pulgar. Es la eterna lucha de clases. Yo tengo un abordaje marxista sobre estas cuestiones. Ahora le llaman Lawfare, se incorpora Facebook, es verdad que en el ‘30 no existía Facebook, pero existía el diario La Nación. Es lo mismo.

¿Cuáles son los desafíos que tienen los trabajadores de la educación hacia el futuro?

Siempre es plantear que las cosas no son así, que están así, que podemos mejorarlas y ahora es cuándo. Siempre, con todos los gobiernos, podemos ser mejores. Siempre: estudio, esfuerzo y trabajo. Siempre enseñar a pescar, pero ahora hay que sumarle la pelea para que todos tengan cañas de pescar. Procurar que todos tengan anzuelo, carnada y una laguna linda con peces para que todos pesquen. Traducido: pelear por las netbooks, los violines, los libros, salarios dignos, escuela. Tampoco te podés abstraer de la situación objetiva de tus alumnos: quien viene con hambre y quién no. Al que no viene con hambre y tiene netbook en la casa hay que enseñarle mucho, y al que viene con hambre y no tiene netbook en la casa hay que enseñarle mucho. Igual, igual de mucho, y procurar que tenga netbook sin perder ni un minuto en la enseñanza.

¿Cómo ves la articulación sindical y política en clave electoral 2019 en la Ciudad de Buenos Aires?

No lo sé. Lo que venimos hablando con un grupo grande de compañeros entre los que me incluyo, es que no hay ciudad próspera en un país que cae. Y para que la ciudad sea próspera tiene que haber un país que avance. Después están los oportunistas que estuvieron en los gobiernos, antes y ahora, que dicen: “yo pago en pesos y no en patacones porque soy mejor gobernante”, “yo hice los subtes porque soy mejor gobernante”. La realidad es que desde que la Ciudad de Buenos Aires fue declarada Capital de la República Argentina estamos un poquito mejor que el resto, pero no es por virtud de los jefes de gobierno de turno sino porque este es un país unitario, desgraciadamente. Yo vivo en una ciudad unitaria pero soy profundamente federal. De manera tal que toda propuesta política electoral en la ciudad tiene que tener una visión de país grande. Aunque no lo crean Macri ni Larreta, la ciudad está en Argentina. Uno es maestro argentino primero y después es maestro porteño. Yo soy primero ciudadano argentino y después porteño. La propuesta debe ser: primero Argentina, una patria grande, y eso va a hacer que las veredas estén mejor. Veredas arregladas todos los días con chicos durmiendo en las calles, se la dejamos a Larreta. Yo quiero chicos durmiendo en sus casas y ahí las veredas van a estar arregladas todos los días. La propuesta política electoral tiene que tener componentes del movimiento obrero, y quiero aclarar que no me estoy refiriendo a mí ni a ningún compañero de UTE. Yo he elegido la docencia y la militancia sindical por siempre, pero sí voy a opinar mucho para que en la boleta que yo vote no esté mi nombre pero sí estén los compañeros y compañeras que están luchando junto a mí y que son representantes del movimiento obrero, del movimiento de mujeres, del movimiento estudiantil, de la lucha que se está dando en las calles durante los últimos años.

 

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